Desde hace unos años se organiza un encuentro pacífico en Castro Urdiales, preciosa localidad Cántabra que se encuentra justo a la "hora de comer" en la ruta Cataluña - Asturias de unos olivetianos que se dirigen anualmente hacia el Sella en Cangas de Onís para la pesca del salmón.

Es una buena ocasión para coincidir con otros olivetianos de Bilbao; son los Ochoa, Arruabarrena y Fernández, que aprovechando la oportunidad mágica de "esa hora", acuden sin gran esfuerzo al rito gastronómico que inevitablemente se repite año tras año.

La ceremonia habitual consiste en abrazos, visita a las bodegas para tomar unos caldos con fantásticas tapas del lugar, visita a la sidrería de siempre para saludar a las damas encargadas de servirnos los frutos del mar y la tierra, despachar adecuadamente las terneras y pescados con sidra o rioja y terminar con deliciosos postres. Café, copa y puro al aire libre para ventilar las ideas, paseíto por el puerto y despedida hasta el año próximo.

En esta ocasión, también se unieron al encuentro, el núcleo duro de veteranos y experimentados pescadores procedentes de Cardona que no tuvieron inconveniente en coincidir justo a la misma hora y lugar para atravesar la experiencia de estos encuentros. Parece que de este trance, todos sacaron nota alta.

Las pruebas se muestran en el carrusel de fotos.