Olivetianos en acción

Nuestras Fotografías 

Por José Manuel Aguirre y Antonio Ibars.

En esta renovada web que estrenamos el pasado mes de junio, nació esta sección cuyo título pretende ser definitorio: su objetivo fundamental es el de mostrar y comentar nuestras fotografías.

Las de los olivetianos españoles. Pero no será el único. Porque, como es natural, ello conllevará también tratar de algunos aspectos de la técnica y del arte fotográficos, porque no queremos exponer estos trabajos en vacío sin referencia alguna a los instrumentos que las hicieron posibles y a la manera con que fueron creadas.


    La salida en falso  

El deporte, en sus múltiples manifestaciones, proporciona ocasiones sin fin para obtener bellísimas imágenes fotográficas. Actualmente, la televisión nos convierte en espectadores inmediatos del espectáculo deportivo. Y no sólo eso. Nos permite observar repetidamente y con todo lujo de detalles – a cámara lenta (en realidad, a cámara rápida o super rápida) y desde diversos ángulos – el desarrollo y la finalización de los episodios más brillantes o más polémicos de un acontecimiento deportivo. Por eso, la fotografía deportiva ha perdido buena parte del interés que tuvo como testimonio documental, si bien conserva en imágenes estáticas toda la belleza de un particular momento de una contienda. Hasta la omnipresencia de la televisión en los escenarios deportivos, la fotografía venía a ser casi la certificación notarial de cómo se había producido una determinada jugada: el gol, en el fútbol; el K.O., en el boxeo; el “mate” en el baloncesto, y así en una infinidad de situaciones. Ha quedado institucionalizada la expresión “foto finish” para determinar, en situaciones dudosas y con carácter inapelable, el vencedor en una carrera de motos o de coches o, incluso la culminación del esfuerzo en el instante final del sprint en una prueba ciclista o de velocidad pura en el atletismo.

En todo caso, la fotografía hoy como ayer capta y fija esos instantes fugaces de una gran belleza plástica que se producen de mil y una formas diferentes en los encuentros deportivos.

Si tenéis una cierta edad, y si además sois barcelonistas o madrinistas, creo que, por motivos muy distintos, no olvidaréis aquella fotografía – que el 24 de noviembre de 1960 dio la vuelta al mundo – del gol que, la noche antes, el brasileño Evaristo le marcó al portero madrinista Vicente y que significó el segundo tanto del FC Barcelona y la primera eliminación de la Copa de Europa de Real Madrid, pentacampeón del torneo hasta entonces. La imagen mostraba al portero y al delantero suspendidos horizontalmente en el aire, en busca del balón. El portero salió decidido a por la pelota. El delantero se lanzó en plancha para rematar. Evaristo llegó unas décimas de segundo antes y, de certero cabezazo, marcó un formidable gol. Casi todos los periódicos deportivos del mundo publicaron esa foto en su primera página. “L’Equipe”, el prestigioso rotativo francés, la tituló así: “Un gran gol y una mejor fotografía”. Creo que esa foto constituye todavía un ejemplo paradigmático de lo que digo. Para mí, tiene además un valor muy especial porque su autor fue Carlos Pérez de Rozas, primo hermano mío y miembro de una saga de periodistas gráficos de quienes he aprendido casi todo de lo poco que sé de esta apasionante actividad, en la que se mezclan de una manera casi mágica el arte y la técnica.

Un gran gol y una mejor fotografía

Naturalmente la obtención de este tipo de imágenes, sobre todo cuando se trata de deportistas de élite, está casi exclusivamente reservada a los periodistas profesionales. Ellos, aparte de su indiscutible maestría, gozan de una posición privilegiada próxima a los atletas y, al menos en este aspecto, parten en su trabajo con esta ventaja importante respecto a los aficionados. En lo demás – equipo fotográfico, suerte, capacidades técnicas – algún aficionado podría incluso superarlo. Pero sería, sin duda, una rara excepción.

No obstante, los aficionados de a pie, incluso los poco cualificados entre los que me cuento, también podemos hacer nuestros “pinitos” en el terreno de la fotografía deportiva. Como demostración de lo que digo, ahí va un ejemplo.

Los días 10, 11 y 12 de marzo de 1995, se celebraron en el Palau Sant Jordi de Barcelona los Campeonatos del Mundo de Atletismo en pista cubierta. Olivetti fue uno de los patrocinadores oficiales de las pruebas. Como por razón de mi cargo tenía que estar presente en el recinto deportivo, me llevé la cámara con la ilusión de poder hacer algunas fotos. Tenía un pase que me permitía una cierta movilidad, sin acceso a las pistas, y ello me permitió hacer, entre otras muchas, las tres fotos que os muestro.

Cada una de ellas tiene un cierto interés en sí misma, pero consideradas en su conjunto, se potencian e ilustran una circunstancia deportiva de características y consecuencias importantes: la salida en falso.

En la foto nº 1, vemos a ocho atletas momentos antes de tomar la salida en una de las pruebas más espectaculares y explosivas de la competición: los 60 metros lisos. Es una prueba de velocidad pura. En unos pocos segundos se van a jugar el éxito o el fracaso en un resultado que culminará una larga temporada de duro trabajo. El récord del mundo está, según datos del diario Marca, en 6 segundos 92 centésimas. El español, inamovible desde que lo estableció Sandra Myers, en 7 segundos 31 centésimas.

Foto nº 1

En la foto vemos como el inevitable cámara de televisión capta unos primeros planos de cada una de las atletas. Las imágenes aparecerán en las pantallas gigantes del pabellón, además de ser retransmitidas a una audiencia internacional. Pero ellas procuran no distraerse y mantener una concentración máxima, conscientes de que, en una distancia tan corta, hay que colocarse correctamente en los “starters” para tener un buen apoyo en el impulso inicial. Además, deben estar preparadas para reaccionar en centésimas de segundo al pistoletazo del juez de salida. Un error, consistente en un retraso de algunas centésimas de más en ese primer momento, puede significar la pérdida de la carrera. Cuando las atletas, ya situadas en los starters, oyen la voz de “preparadas”, ponen en tensión todos los músculos de su cuerpo, dispuestas a salir disparadas hacia la meta. No hice una foto de ese momento y ahora lo lamento y mucho. Es un complemento que falta en esta serie y le resta algo a su valor documental.

La foto nº 2 da fe de la circunstancia que da título y justifica este artículo. La corredora de la calle 6 no ha podido controlar las tensiones ni una centésima de segundo más y ha arrancado como una flecha inmediatamente antes de que el juez, que se ve a la izquierda de la fotografía, haya dado el pistoletazo de salida. La salida en falso se ha producido. Enseguida, algunas atletas la siguen. Me resulta imposible precisar si lo hacen porque siguen impulsivamente a la corredora escapada o porque una pequeñísima fracción de tiempo después, el juez de salida ha disparado el pistoletazo reglamentario para dar comienzo a la prueba. Es evidente que ya ninguna de las corredoras tiene las manos apoyadas en el suelo y sólo una mantiene todavía los dos pies en los starters kits.

Foto nº 2

Naturalmente, en esas condiciones, la salida es nula. Pero la escapada tiene consecuencias no sólo para la corredora que la realizó, sino para todas las competidoras. En el caso de que en el próximo intento se escape la misma u otra corredora, ésta quedará automáticamente descalificada. Por ello, esta circunstancia modifica de alguna manera la actitud de las corredoras al obligarlas a ser más prudentes en la segunda salida. Un error sería fatal: invalidaría todo el trabajo previo. Quizá de meses o de años.

La foto nº 3 recoge el momento de la salida siguiente, esta vez válida. En ella es posible observar una serie de detalles. Las corredoras no dan el primer paso con el mismo pie. En apariencia, ninguna sale con una ventaja manifiesta. Llama la atención el hecho de que las corredoras de las calles 4 y 5, que ocupan estas calles preferentes por haber logrado los mejores tiempos en las eliminatorias, son las más lentas en la salida. Todavía tienen los dos pies en los elementos de apoyo y no han empezado a bracear. Es muy posible que esta circunstancia no se deba a una inferior rapidez de reflejos respecto a las demás. Quizá, conscientes de su superioridad y del riesgo de una salida en falso, han preferido ser algo más conservadoras.

Se observa que de la parte posterior de cada uno de los starters salen unos cables que sirven para transmitir al ordenador de control las señales que se producen cuando un corredor deja de apoyar sus pies en el elemento correspondiente. Ello permite detectar salidas en falso que, por lo ajustadas, podrían escaparse del control de los jueces, y además medir el tiempo de reacción de los atletas al disparo de salida. Es cuestión de centésimas de segundo. Muy poco más allá de una décima.

Foto nº 3

Me queda por señalar el particular encuadre de las fotografías de la serie. El original tenía el formato correspondiente al de la película de paso universal: 24X36. Quiere ello decir que los negativos contenían mucha más información de la que muestran las imágenes. Al darles este formato panorámico, se ha eliminado de ellas todo lo superfluo, lo que distrae, para concentrar la atención del espectador sólo en los elementos básicos de la puesta en escena de un drama competitivo que durará poco más de siete segundos.

No me extiendo más, pero permitidme que deje dos preguntas en el aire. La primera, una banalidad: ¿Fue una salida en falso aquella del portero del Real Madrid? La segunda, mucho más seria: En momentos importantes de nuestras vidas, en donde quizá no compitiéramos con nadie ni contra nadie, sólo por nuestras legítimas ambiciones ¿nuestra incontinencia emocional nos habrá inducido alguna vez a realizar una precipitada e inoportuna salida en falso?

José Manuel Aguirre


   UNA FOTO EN EL MUSEO: LOS VASOS CANOPES.  Epílogo.  

Habíamos revuelto Roma con Santiago y el ejemplar del National Geographic que quería mostraros no aparecía. Sin embargo, en ningún momento dudamos de que aquella foto estaba publicada en algún número de la revista. Como último recurso, les escribimos un mail a su redacción en Washington, les adjuntamos mi foto y les preguntamos en qué número habían publicado otra semejante. A los pocos días, nos llegó su respuesta. La habían publicado, por partida doble, en el número de octubre de 1998. Ilustraba en la portada y luego en el interior, junto a otras espléndidas fotos, un interesante artículo dedicado al Valle de los Reyes. En esa fecha nosotros ya habíamos cambiado nuestra suscripción a la edición española (que había aparecido recientemente). En ella, el artículo de referencia se publicó en noviembre, con un mes de retraso.

Ya podíamos ir buscando. Estábamos convencidos de que habían publicado la foto en algún número de los años 1992 o 1993, a lo sumo. Y fue en 1998. Ha quedado demostrado, una vez más, que tenemos una percepción pésima del paso del tiempo.

El caso es que, con esta referencia precisa, finalmente la revista apareció en casa. Tenemos unos 400 números. Los habíamos revisado todos ¡menos un último grupo de diez ejemplares! Habían quedado en el fondo de un montón de cosas. Para acceder a ellos había que deshacer una complicada ordenación de libros y objetos que estaban por encima. Como estábamos convencidos de que la foto en modo alguno se había publicado en 1998, justificamos nuestra pereza en no agotar nuestra búsqueda.

Aquí tenéis reproducida la portada de la revista. Me reafirmo en lo dicho en mi artículo anterior. Mi foto se parece mucho a ésta. La portada de la revista exige un encuadre vertical. Queda una magnífica fotografía de síntesis. Luego, en la página 28 del interior, la publican en formato apaisado.

Para que podáis extraer vuestras propias conclusiones, os presento el conjunto de fotos en el siguiente orden:

Foto nº 1: La que yo hice en su día en el museo de El Cairo. La he escaneado de nuevo para reproducir con más fidelidad los colores originales. Esta vez está escaneada desde la copia en papel (tal como la vimos entonces) y sin retoque alguno y no del negativo, con posterior retoque para mejorar la iluminación, lo que produjo alguna variación del color original.

Foto nº 1

Foto nº 2: La foto que publicó la revista en la página 28 del número de noviembre 1998 (edición en español).

Foto nº 2

Foto nº3: La portada del citado número de la revista.

Foto nº 3

Foto nº 4: Mi foto, esta vez con el mismo encuadre utilizado en la portada.

Foto nº 4

¿Qué os parece?

Para que tengáis una visión completa de la maravillosa obra de alabastro en la que se integran los vasos canopes, os adjunto la foto nº 5, que también hice con ocasión de aquella visita al museo y que proporciona una visión de conjunto de toda la pieza.

Foto nº 5

Me parece que este modesto trabajo explica bien las distintas maneras que tiene un fotógrafo (profesional o aficionado, poco importa) de ver un objeto. Alguien ha dicho que la fotografía es el arte de excluir. En efecto, muchas veces es así. Ante una visión compleja de un paisaje, de un objeto o ante un retrato, el fotógrafo descarta, elimina, elige hasta quedarse con lo esencial. En el caso de los vasos canopes, cabía desde dar una visión de conjunto de esa bellísima obra, a partir de diversas perspectivas, hasta llegar a la síntesis total que se consigue en la portada de la revista.

José Manuel Aguirre

UNA FOTO EN EL MUSEO: LOS VASOS CANOPES ( I )


  Galería de Fotos 

Este mes os presentamos una muestra de las fotografías que nos ha enviado nuestro compañero Vicenç Esteban Pastor.

Vicenç es un gran aficionado a la fotografía, afición que le inculcó su padre en su etapa adolescente y que ha conservado desde entonces. Según nos explica, estudió en la Universidad Laboral de Tarragona. Allí siguió un curso de medios audiovisuales, con la precariedad que había en los años 60 y siguientes, pero que le sirvió para acrecentar la afición por la fotografía en blanco y negro. Aprendió todos los procesos de laboratorio, revelado, fijado, forzado, positivado, etc. Luego amplió su formación adentrándose en el complejo mundo de la fotografía de color.

Vicenç nos presenta un resumen de las fotos que tomó durante el viaje que realizó el año pasado durante doce días por tierras americanas, para visitar y poder pasar unos días con su hijo, que está en Centro de Investigación en Boston, en el MIT. Durante su estancia en los Estados Unidos y tomando como base NY, visitó Niágara, Toronto, Washington, Filadelfia y Boston. También como muestra de su bien hacer nos trae otro grupo de fotos realizadas en l'Estartit. Esperamos que os gusten.

Damos las gracias a Vicenç por su colaboración en la sección.

Os seguimos animando a que sigáis el ejemplo de Vicenç y colaboréis en la sección enviándonos vuestras instantáneas.

 

Tema: EEUU y l'Estartit

Vicenç Esteban Pastor. 2008

NuevaYork

NuevaYork

NuevaYork

NuevaYork

NuevaYork

Niagara

Niagara

Washington

Washington

l'Estartit

l'Estartit

l'Estartit

l'Estartit

l'Estartit

Mi perro

 

 

Clica en las imágenes para ampliarlas

Después de ver la imagen, para volver aquí, pulsa página anterior en tu explorador.

(Flecha a la izquierda en la esquina superior izquierda de la ventana del explorador)

 

Colaboraciones.

Si tenéis interés en aportar vuestras fotografías, hacer algún comentario o tratar algún tema en particular, sólo tenéis que proponerlo utilizando el cuestionario de abajo "comentarios" o en nuestro correo electrónico.

Además, acordaros que podéis proponer cualquier tema. Os puedo sugerir estos:

Conceptos básicos de fotografía

 Conceptos más complejos

Qué máquina me compro?

Esperamos vuestras aportaciones

 

Saludos cordiales.

Comentarios a este artículo.

Escribir a los autores.

Volver