La
vieja
Olivetti Lettera 32
del escritor de culto estadounidense Cormac McCarthy
fue subastada en Nueva York por 254.500 dólares, según informó la casa de
subastas Christie's. La Olivetti Lettera 32 de Cormac McCarthy
La
vieja
Olivetti Lettera 32
del escritor de culto estadounidense Cormac McCarthy
fue subastada en Nueva York por 254.500 dólares, según informó la casa de
subastas Christie's.
La noticia saltó a la prensa el pasado diciembre por varios motivos que vamos a tratar de explicar.
Cormac McCarthy nunca imaginó que su máquina de escribir daría tanto que hablar.
Corrían los años 60. No trabajaba. No tenía dinero. Ni siquiera tenía los 40 dólares que pagaba de alquiler por un apartamento en Nueva Orleans. Cormac McCarthy sólo tenía una máquina de escribir portátil Olivetti Lettera 32 que compró en una casa de empeño de Knoxville, Tennessee, por 50 dólares.
Ahí escribió cuentos, cartas y 11 novelas incluidas "Meridiano de sangre", "Trilogía de la frontera", "No es país para viejos" y "La carretera". El autor que hoy tiene 76 años, escribió en ella, unos cinco millones de palabras en los últimos 50 años.
MacCarthy sigue escribiendo, pero resulta que al final, se rompió su fiel máquina de escribir. Un amigo -el economista John Miller- que también es colega del novelista en el Santa Fe Institute -un centro de investigación que se dedica a estudiar los sistemas complejos- le compró una nueva Olivetti a McCarthy en Internet por menos de 10 dólares, pues el también ganador del Pulitzer por su novela "La carretera", no tiene ni usa ordenador. Miller también fue quien le sugirió al novelista que vendiera la vieja y donara las ganancias al instituto donde McCarthy estudia y escribe como miembro honorario.
La casa de subastas estimaba que la Olivetti se vendería por unos 15.000 ó 20.000 dólares, pero hubo un fan que pujó y pujó hasta poner encima de la mesa un cuarto de millón de dólares, unos 171.000 euros, por la Lettera 32.
La Olivetti está acompañada de una carta escrita por McCarthy certificando que la máquina es de él. Dice: "He mecanografiado sobre la máquina de escribir todos los libros que escribí, incluyendo tres que no se han publicado aún, y los borradores y la correspondencia". McCarthy además invitó al comprador a almorzar en el Instituto Santa Fe de Nuevo México.
José Luis Varas también ha recogido este mes en su sección Libros y Cine, una interesante crónica sobre Cormac McCarthy.
Saludos cordiales
Juan Gª Dolz
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