A Javier Tomeo,
compañero y amigo.
Jordi Siracusa, 24 junio
2013
El pasado sábado, casi de puntillas, sin armar ruido escénico se nos fue Javier
Tomeo, un oscense internacional y querido amigo.
Sus amados monstruos se despertaron sobresaltados al saber que el autor se
largaba sin avisar y escondiendo su sonrisa bajo su corpachón de aragonés
satisfecho y barcelonés enamorado de su ciudad. Quedaron los por él paridos un
tanto desconcertados, pero no huérfanos. El imperecedero universo de las
criaturas literarias de Tomeo siempre tendrá habitantes y habituales mientras
existan los libros.
Conocí a Javier en la Hispano Olivetti en 1971, ya había escrito su primera
novela, creo recordar que se titulaba “El cazador”, que contiene cierto
paralelismo con el protagonista de Kafka en “El castillo”, el Sr. “K”, y en su
imposible lucha contra el sistema y la burocracia. En la obra de Tomeo, su
personaje ya ha sobrepasado ese límite de tratar de comprender al sistema y
decide encerrarse en su habitación para no ver nunca más a nadie. Así fueron sus
actores literarios: no raros, sino distintos; tampoco dementes, sólo
angustiados. Universos muy Kafkianos o muy de Tomeo.
En las dos siguientes décadas fuimos compañeros en la multinacional y hablamos
mucho de literatura, pero también del alma humana, que él conocía tan bien.
Siempre que vino a Zaragoza buscamos algunos momentos para saludarnos; para
Tomeo yo era Brotons, el apellido por el que se me conocía en la Olivetti. Un
día, ya después de publicar mi primer libro, un poemario titulado “Ola en tierra
adentro”, le comenté que estaba terminando una novela: “Adiós, Habana, adiós” y
me dijo: Difícil lo tiene un poeta para escribir una buena novela. Aunque no
compartí sus palabras, agradecí el comentario y la sinceridad del amigo y
entendí sus razones. La prosa de Javier Tomeo era directa, hiriente, limpia y
penetrante en su tajo; nada poética, pero muy visual y literaria.
Descanse en paz este ciudadano del mundo, que estudió criminología en Barcelona
e integró todo una generación que convirtió a “la Olivetti” en una de las
primeras firmas comerciales del país – ya lo era como productora ¬-. Generación
a las que seguimos otros muchos con el mismo entusiasmo que nuestros
antecesores, los mismos que hoy recordamos a nuestro entrañable compañero y
amigo, exclamar con toda la gravedad y profundidad de su voz cascada pero
armoniosa: “Joder, Brotons, es que eso de las nuevas tecnologías no lo entiendo,
yo me quedé en la Lettera 35”. Sin embargo, su literatura fue más lejos, más
allá de las fronteras y allende los mares, hasta un lugar donde habitan
monstruos capaces de hacernos sonreír, razonar y soñar.
---
000
---
LA DESPEDIDA A JAVIER TOMEO, UNA OCASIÓN PERDIDA
Ayer, un
grupo de amigos y vecinos suyos despedimos en una ceremonia laica al escritor
Javier Tomeo, fallecido el pasado día 22.
En estos
días, prensa, radio y TV han explicado profusamente a sus lectores y audiencias
la figura posiblemente - irrepetible -, la naturaleza y el alcance de la vasta
obra del gran escritor. Varias de sus novelas han sido traducidas a más de 15
idiomas y algunas, adaptadas al teatro, representadas en París, Barcelona y
otros prestigiosos escenarios europeos.
Entre los
asistentes al acto se encontraba el Conseller de Cultura de la Generalitat que
afirmó en privado que se encontraba allí a título personal porque era amigo del
escritor, pero que no ostentaba representación oficial alguna. No fue uno de
los varios amigos que glosaron su figura.
Javier
Tomeo, aragonés de nacimiento y escritor en lengua castellana, ha vivido,
trabajado y pagado sus impuestos en Barcelona durante los últimos 60 años de su
vida. Amaba a esta ciudad y la consideraba suya. ¿Por qué negarle un único y
póstumo reconocimiento público más que merecido (qué menos que unas
palabras) que sí lo tendrá posiblemente en varios países europeos? ¿Dónde queda
aquello de que es catalán todo aquel que vive y trabaja en Catalunya? ¿Por qué
esta ocasión perdida - una más - para reconocer que nuestros grandes lo son con
independencia de la lengua en la que escriben?
José
Manuel Aguirre Sáenz de Tejada
27/6/2013
Carta enviada a "El País" y "La
Vanguardia"
Hacer un comentario.
|