“The Tourist” es un producto americano, a pesar que el director Florian Henckel von Donnersmarck es alemán. Su éxito con “La vida de los otros” al haber ganado el Oscar a la mejor película extranjera en 2006, le ha permitido trabajar en Hollywood con un importante presupuesto y actores tan consagrados como Angelina Jolie y Johnny Deep. Pero el resultado es un fiasco. Ni la supuesta belleza de la Jolie ni las magníficas vistas de Venecia, consiguen hacer digerible el bodrio. No obstante, a los pocos días desde su estreno ya es la primera película en la lista de las de mayor recaudación.

Que conste que el alemán von Donnersmarck, es un gran director tal y como demostró en “La vida de los otros”.

“También la lluvia” es la última película de Iciar Bollain (Madrid 1967).

  Es un film valiente, que mezcla dos puntos de vista sobre los indios autóctonos de Bolivia: uno actual, que nos muestra el conflicto por el agua, que se desarrolló en el año 2000 y es con el que se encuentra el equipo cinematográfico que va a rodar un film en Bolivia y otro histórico, que es precisamente el tema del film que quieren realizar: la llegada de los españoles al mando de C. Colón y su relación con los indios. Es por lo tanto cine dentro del cine. Algo siempre difícil, que Bollain resuelve con destreza.

Iciar Bollain dirige un equipo de actores encabezados por Luis Tosar y Gael García que dan a la historia una gran credibilidad. Me gustó especialmente Luis Tosar que en cada trabajo crece su profesionalidad y será uno de los grandes actores españoles, que abala cualquier proyecto en los que toma parte. Es reseñable el trabajo de Karra Elejalde en el papel de Cristóbal Colón.

La Academia de Cine española ha seleccionado esta película para que nos represente en la próxima edición de los Oscar como candidata a la mejor película extranjera.

Bollain tuvo el premio Goya a la mejor dirección, en el año 2004, por la película “Te doy mis ojos”. Con “También la lluvia” se aparta de su anterior obra, muy intimista, aunque ella resalta que su último film es una historia de personajes. No obstante el guión de Paul Alberti tiene vocación social y quizás política, al estilo de Ken Loach, tan ligado al guionista.

No os la perdáis, es un notable claro.

Pasé un buen rato con esta película que me interesó y me emocionó, qué más se puede pedir. Quizás estaba especialmente sensible después de leer “El sueño del celta” de Vargas Llosa, que trata del trato que recibieron indígenas africanos y amazónicos el siglo pasado con la recolección del caucho, una especie de oro en los inicios del siglo XX.

“El sueño del celta” es la recientísima obra de Vagas Llosa, su publicación casi coincidió con la concesión del nobel. Aunque disfruté leyéndola, el tema me interesó, reconozco que no es una de sus mejores novelas y seguro que no le hubieran concedido el novel por obras como ésta. Adolece de varios defectos, visibles incluso para un lego como yo. Tiene tres partes diferenciadas, el relato del Congo el de la selva Amazónica en Perú y por último su militancia nacionalista en Irlanda y su ejecución. La novela es una especie de biografía de Roger Casement, diplomático inglés  que fue muy activo en denunciar los malos tratos y explotación a los que se sometían a los nativos en esas dos zonas, al principio del siglo XX. Fue autor de informes diplomáticos sobre esa situación, que tuvieron gran resonancia y consecuencias.

            La novela está escrita en tercera persona y toma un aire de crónica histórica, confeccionando un catálogo de hechos y atrocidades que no llegan a emocionar, se quedan en información. La gran ventaja de la ficción, es que permite explicar los hechos pasándolos a través de las emociones de los personajes; cosa que Vargas Llosa no aprovecha en esta novela.

            Tampoco, cuando se adentra en explicar las actividades nacionalistas y revolucionarias de Casement, que le llevan a la horca, la novela permite vivir las emociones del protagonista. Casi nos quedamos sin saber cómo se convierte en un radical y sacrifica su vida por la causa irlandesa. Lo mismo ocurre cuando cuenta su condición homosexual y las actividades sexuales, luego tan criticadas. Te quedas sin conocer las emociones que esa condición, tan condenada en aquel tiempo, le hicieron vivir al protagonista.

            No obstante, recomiendo el libro a los que les interesa el tema histórico, bien documentado por nuestro premio nobel.